La Educación Musical como Instrumento
de Paz Socio Educativa
Mag. Abimael
Meléndez
Universidad
Bicentenaria de Aragua
RESUMEN
El presente artículo ha sido el
resultado de una investigación documental y rastreo teórico sobre la posible
relación que existe entre la educación para la paz y la educación musical, como
una herramienta para la construcción de una cultura de paz. El objetivo
fundamental es enfatizar la importancia del proceso de enseñanza musical, para
la promoción de una formación en valores implícitos en la música y que pueden
ser incorporados al concepto de una educación para la paz, fomentando así un
desarrollo del pensamiento crítico y de conciencia social en los estudiantes de
música. Se presenta pues la educación musical, como un valioso recurso para
fomentar una educación en valores por parte de los maestros y desarrollar así
las aptitudes necesarias bajo un concepto de ciudadanía propia de una cultura
de paz.
Palabras Clave: Educación
para la Paz, Cultura de Paz, Educación Musical.
ABSTRACT
This article has been the
result of a documentary research and theoretical tracking on the possible
relationship that exists between education for peace and music education, as a
tool for the construction of a culture of peace. The fundamental objective is
to emphasize the importance of the process of musical education, for the
promotion of a formation in values implicit in music and that can be
incorporated into the concept of an education for peace, thus fostering a
development of critical thinking and social awareness in the music students.
Therefore, music education is presented as a valuable resource to promote an
education in values by teachers and thus develop the necessary skills under a
concept of citizenship proper to a culture of peace.
Keywords: Education for Peace, Culture of Peace,
Music Education.
Curriculum Vitae
*Licenciado
en Música, Mención Ejecución Instrumental de la Universidad Experimental de las
Artes (UNEARTE). Magister en Educación, Mención Gerencia, de la Universidad Bicentenaria
de Aragua (UBA). Doctorante en Ciencias de la Educación en la Universidad
Bicentenaria de Aragua (UBA).
**Profesor
de violín para el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de
Venezuela. Integrante de la Orquesta Sinfónica de Aragua.
***Presidente
de la Fundación para el Impulso y Desarrollo de las Artes en Venezuela (FIDAV).
Introducción
Hoy en día, la
educación musical se ha constituido como una poderosa herramienta de
transformación e integración social. Los procesos de formación musical y
académico conllevan la formación y transmisión de valores implícitos en la música y que son propios de una cultura de paz tales como el
respeto, la tolerancia y la empatía. El aprendizaje musical comprende una
experiencia constante y vivencial, que permite fomentar y promover una
educación rica en valores para desarrollar de igual forma las aptitudes
necesarias en la construcción de los ciudadanos del y para el futuro. De igual manera, una educación musical que
permita el desarrollo integral del niño y joven, requiere fomentar el cultivo
de conceptos tales como la cultura de paz y a su vez desarrollar habilidades
para la solución de conflictos basados en un pensamiento crítico que permita
identificar los escenarios contrarios a una cultura de paz.
Educación Musical:
Instrumento de Paz Socio Educativa
En la actualidad
existen nuevas corrientes y ha sido necesaria e imperativa la inclusión de
modelos con especial énfasis en una educación para la paz. De acuerdo a las
directrices de la Unesco, la misma considera
que una educación enfocada en la paz es una forma de educación en
valores. No obstante, una educación para la paz requiere la siembra de una
cultura para la paz. Para Arteaga, Chala y Hernández (2017): “La construcción
de cultura de paz, es un proceso complejo y a la vez muy difícil de alcanzar,
el cual se instaura y construye en el día a día de la vida de la sociedad” (p.
162). De tal manera, que una educación y cultura para la paz se presenta como
un gran reto para la sociedad actual, y un gran desafío necesario de abordar
para aspirar al desarrollo de cualquier región.
El debate acerca de una educación para la
paz surge de una necesidad de mejorar las relaciones humanas y en donde el
enorme desafío a nivel global que se presenta es el de la educación. De esta
forma, el camino para instaurar conceptos como cultura de paz e incluso
desarrollo sostenible es el de la educación. De acuerdo a Arteaga, Chala y Hernández (2017):
La cultura de paz y solidaridad se
construye desde la escuela, que se debe convertir en espacio con diversidad de
canales de participación y comunicación flexibles para formar ciudadanía
responsable y democrática, contribuyendo a consolidar una cultura de la paz,
que implica justicia y solidaridad. La participación de la sociedad civil es el
fundamento de la construcción de cultura de paz, constituyéndose en garantía de
transparencia del proceso. (p. 162)
Por consiguiente, educar para la paz no
solo requiere de la voluntad de los gobernantes, la misma exige una participación
constante y responsable de la sociedad civil. De igual manera, la educación y
la cultura para la paz exige la formación de un ciudadano para el mundo, con
una visión global y es allí donde la educación debe favorecer a todas las
modalidades o niveles.
Por otra parte, en el ámbito concerniente
a la educación musical, la misma se presenta como una poderosa herramienta de
formación ciudadana así como de desarrollo humano. Para Abreu (2000):
Hoy acaso más que nunca, la misión del
arte en el ámbito de la nueva generación, trasciende el horizonte de los
valores estéticos para proyectarse con creciente intensidad sobre el amplio y
vital dominio que abarca desde la formación integral de la personalidad hasta
la plena inserción del joven y el niño, mediante su desarrollo artístico, en
una vida social constructiva, fecunda y ascendente. (p. 1)
En virtud de lo anteriormente expuesto, la
educación artística y musical se plantea como un importante elemento de
inclusión social, permitiendo la formación de ciudadanos con valores y útiles a
su comunidad. De esta manera, la educación musical se constituye de igual forma como elemento de formación
para cultura de paz en el seno de las comunidades. No obstante, para que la
educación musical y artística pueda ser una educación transformadora, la misma
requiere estar al alcance de todos los sectores de la sociedad. De acuerdo a
Abreu (2000): “Educación artística para todos es Cultura de Paz para un nuevo
mundo, forjador y creador por antonomasia. Es despertar de una conciencia
trascendentalmente humanística que reivindica la educación por y para el arte
como rumbo certero hacia portentosos futuros” (p. 1). Por consiguiente, la
educación musical como instrumento de formación humanística y socio educativa
se constituye como un proyecto de enorme impacto social, la cual es considerado
a nivel global como instrumento de formación y desarrollo humano. Es allí,
donde radica el enorme éxito del proyecto nacional de orquestas infantiles y
juveniles de Venezuela, donde la educación musical se convirtió en un modelo de
la democratización y sensibilización de la educación en todos los niveles
sociales. De acuerdo a Abreu (2000):
El establecimiento de sistemas
nacionales para la educación en el arte y por el arte al alcance de las
mayorías se impone día a día, con avasallante ímpetu como instrumento
insuperable de organización social y desarrollo comunitario. Bajo tal perspectiva,
educación artística equivale a educación modelo para una Cultura de Paz. (p. 1)
A este respecto, la educación musical abre
e instaura un modelo de educación y cultura de paz, basada en una formación de valores y principios que han de
ser necesarios en el desarrollo académico o artístico en los niños y jóvenes. No
obstante, para la consolidación y éxito de proyectos ambiciosos en términos de
educación musical como modelo de cultura de paz, es necesario garantizar tanto su
acceso como el apoyo en lo que es y será una inversión en los hombres del mañana.
Por otra parte, educar para la generación
de una cultura de paz es educar para la integración en compañía de todo un
conjunto de valores, por lo tanto la educación musical se conforma como un
elemento integrador que sirve como estímulo para el aprendizaje de los valores
que pueden estar asociados a una cultura de paz tales como la tolerancia, el
respeto, la justicia y la igualdad. A este respecto, Fernández y Epelde (2014),
se refieren a la educación musical de la siguiente manera:
Hemos
podido comprobar que la música y la creatividad musical son elementos y
recursos muy importantes para favorecer el aprendizaje de los valores asociados
a la Cultura de Paz y a la Educación Intercultural, dado su poder de
integración y distensión. (p. 93)
Es por ello, que al
hablar de educación musical como un instrumento de paz socio educativa, se comprende que su poder radica en ser una
herramienta de la integración de la diversidad cultural en los pueblos. A este
respecto, la música se convierte en un recurso pedagógico que favorece la
formación integral en el niño y que contribuye de igual manera en el desarrollo
de su personalidad en lo relacionado al aspecto intelectual y formación de
hábitos. A este respecto, Rodríguez (2012), señala: “En cuanto a la adquisición
y reforzamiento de hábitos, enfrenta al individuo con sus propias habilidades y
limitaciones, ofrece aprendizaje y cumplimiento de normas, enseña a respetar, a
utilizar el tiempo permitiendo un uso constructivo del tiempo libre” (p. 265). Como
resultado, la educación musical favorece de igual manera la conformación tanto
de habilidades como de conductas
necesarias para el desarrollo y desenvolvimiento del niño en su entorno o
comunidad.
Otro elemento
importante a considerar en la educación musical y que permite la práctica de un
instrumento musical por parte de un niño o niña en una orquesta es la
socialización, ya que dicha práctica requiere de una adaptación en el contexto social
y musical. De acuerdo a Fernández y Epelde (2014): “…defendemos la música
realizada en grupo, pues adquiere un valor todavía más educativo, permite la
socialización y acerca personas entre sí, favorece el respeto por los demás y
desarrolla la capacidad de adaptación al grupo” (p. 83). De esta forma, la
práctica orquestal como compendio en la educación musical favorece de buena
manera la adquisición de cualidades necesarias para una integración social.
Por otra parte,
conviene considerar el porqué de la necesidad de una educación musical como
elemento o recurso para la sensibilización y desarrollo de una cultura de paz.
Según Bardía y Sampere (2005): “La
educación para la paz educa para saber dar respuesta a los conflictos de manera
creativa, no violenta y empática. Las artes, y en este caso la música, es un
buen instrumento por desarrollar estas tres capacidades” (p. 5). De esta
manera, la educación musical se constituye como alternativa donde se reflejan
las cualidades necesarias para la puesta en práctica de una cultura de paz, ya que la práctica o aprendizaje de un
instrumento musical involucra el cultivo de valores que están inmersos en su
propia esencia como el compartir, dialogar y escuchar.
Otro
elemento social que en la educación musical favorece su práctica, se refiere a
la sensibilización y lo concerniente al
aspecto socioafectivo. El contacto con una experiencia musical se puede
convertir en una experiencia emocional, de acuerdo a Bardía y Sampere (2005):
Una pieza
musical puede convertirse en una actividad didáctica socioafectiva: a partir de
la experiencia musical podemos evaluar cómo nos hemos sentido, qué hemos notado
o qué nos ha pasado, analizar qué está pasando más allá de nosotros, tomar
conciencia tanto a nivel personal como social del tema que hayamos decidido trabajar
y, finalmente, elaborar propuestas de acción transformadora. (p. 5)
Por
consiguiente, se considera de igual forma que la experiencia musical es
vivencial. Debido a ello, al transformarse en una experiencia emotiva se
convierte en referencias significativas que pueden servir de plataforma para el
estímulo de la creatividad y divulgación de valores relacionados a una cultura
de paz. Para Bardía y Sampere (2005): “La
creatividad nos facilita saber buscar respuestas no violentas a los conflictos,
y por esta razón es importante educar en y para la creatividad” (p. 6). A este
respecto, la educación musical facilita y estimula la creatividad en el niño,
dándole al mismo una visión más general en cuanto a la percepción musical o
incluso como instrumento esencial para
una construcción de la paz.
En
relación a los valores necesarios que han de ser cultivados a través de la
educación musical para la generación de una cultura de paz encontramos el valor
de la empatía. No es posible encontrar la solidaridad en un ambiente que carece
del sentimiento o el valor de la empatía. Es por ello que la promoción de
valores a través de la educación musical es otro recurso implícito en la
experiencia vivencial del aprendizaje. Tal como señalan Bardía y Sampere (2005):
La música
también promueve la empatía, la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Ésta
nos ayuda a conocer y a reconocer a las demás personas y a una misma; nos
permite confiar y ser merecedores de toda confianza; y aprender a expresar
pensamientos, emociones y sentimientos, elementos clave en cualquier conflicto
y contenidos básicos de la educación para la paz. (p. 6)
Como se
puede inferir, la sensibilización y el despertar sentimientos o valores como la
solidaridad necesarios para la construcción de una cultura de paz, solo son
posibles al cultivar sentimientos de empatía en el niño que puedan desarrollar
a su vez el identificarse con su entorno. De igual manera, la educación musical
como acción transformadora de la sociedad promueve la acción a favor de la paz
y de un cambio en situaciones de conflicto.
Para
fomentar una educación para la paz, el valor formativo de la educación
musical requiere de una educación en
valores. Para Rodríguez (2012): “La formación en valores es un proceso
integral, donde influyen todos los recursos disponibles por el docente y no
está limitado a la música” (p. 268). A este respecto, es importante considerar
la necesidad del desarrollo de las competencias necesarias por parte de los
profesores y maestros para fomentar una educación en valores, aprovechando de
igual forma las bondades que la música ofrece como herramienta de
transformación social. De igual manera, dado las diversas posibilidades que la
educación musical ofrece como instrumento de paz socio educativa, es necesario
promover por parte del maestro una educación en valores. De acuerdo a Rodríguez
(2012):
Los usos y
ventajas de este recurso pueden ser adaptados y aprovechados según los
objetivos específicos que se deseen alcanzar, y en consecuencia se sugiere, dar
a conocer los alcances de la música como herramienta para la formación en valores,
promoviéndolo entre estudiantes de educación musical. (p. 268)
De
esta manera, la promoción de los valores en la educación musical se convierte
en la vía idónea para la creación de una cultura de paz. A este respecto,
resulta imperativa la creación de estrategias por parte de las instituciones de
educación musical y maestros, que permitan determinar el enfoque adecuado para
una formación en valores. Hoy en día, la educación musical debe estar a la
vanguardia de una educación de ciudadanos a la par de las exigencias globales, ya
que una formación integral y rica en
valores construye al hombre del mañana con mayor conciencia en lo social. De
igual forma, una educación para la paz requiere una compresión del entorno
geopolítico, donde la sociedad civil
tiene la responsabilidad de contribuir a su entorno social en todos los
aspectos éticos y morales para fortalecer en igual medida una cultura de paz.
Conclusiones
La
educación musical se constituye como una importante herramienta o elemento para
la construcción y transmisión de valores. A su vez, a través de la educación
musical es posible fomentar el estímulo de la creatividad, la cual puede
constituirse como un valioso recurso para la generación de valores relacionados
a una cultura de paz. De igual manera, en los maestros y profesores recae la
enorme responsabilidad de fomentar y promover la transmisión de los valores
necesarios en la formación no solo de excelentes instrumentistas o músicos
profesionales, sino también en la formación de ciudadanos con las competencias
necesarias para desenvolverse con responsabilidad en un mundo globalizado.
La
educación musical como instrumento de paz socio educativa, es una educación
para el futuro y la vida de los ciudadanos. Una educación musical integral
conlleva la responsabilidad de promover valores como el compartir, el respeto,
la solidaridad, el trabajo y la empatía
con un pensamiento autocrítico para hacer frente a valores contrarios a
la sana convivencia. De igual manera, la educación musical debe estimular el
pensamiento crítico y el desarrollo de habilidades para la solución de
conflictos propios de una cultura de paz.
Referencias
Abreu, J. A. (2000). Música para la paz. FC
Paz, El contrato global. I Encuentro Internacional sobre Cultura de Paz, Madrid,
11-13.
Arteaga, I. H., Hernández, J. A. L., &
Chala, M. C. C. (2017). Cultura de Paz: Una Construcción educativa aporte
teórico. Revista Historia de la Educación Latinoamericana, 19(28),
149-172.
Bardia, A. S., & Sampere, M. C. (2005). La
música como instrumento de educación para la paz. Cuadernos de
educación para la paz. Barcelona: Escola de Cultura de Pau–Universitat Autònoma
de Barcelona.
Fernández, S. S., & Epelde, A. (2014).
Cultura de paz y Educación Musical en contextos de Diversidad Cultural. Revista
de Paz y conflictos, 7, 79-97.
Rodríguez, P. A. C. (2012). El valor formativo
de la música para la educación en valores. N. º 2 (marco) 2012
Publicación anual, 263.
Buenas Tardes, la educacion musical es universal, la sonoridad de instrumentos de cuerda, viento y percusion trasciende cualquier frontera, puede incluso significar un codigo de identidad comun para multiples culturas y civilizaciones, mientras mas trascendente sea la empatia en la construccion de aprendizajes en estos entornos mas posible sera que la progresion en valores y actitudes moldeen entornos interactivos mas socialmente funcionales.
ResponderEliminarMuchas gracias Doctor por su cálido comentario. Ciertamente la música como un lenguaje universal puede simplificar el entendimiento y el diálogo entre diferentes culturas, permitiendo trascender el desarrollo de una educación rica en valores.
EliminarInteresante planteamiento Abimael, es conocido los beneficios probados de la educación musical y la escuela no puede soslayar los códigos actuales de comunicación sonora. Lo importante es saber incorporar estas tendencias para fortalecer nuestros valores sin comprometer o dejar de observar aquellas manifestaciones que nos definen cultural, racial y nacionalmente.
ResponderEliminarExcelente abordaje.